Corporación Cultural Intipak Churi
La Corporación Cultural IntipakChuri, nace en el año 2008 (personería jurídica desde 2020), en Calderón, al norte de Quito con la finalidad de crear y danzar, reafirmando nuestra herencia cultural, para mantener y dar vida la memoria de un pueblo lleno de contrastes y colores únicos, vivencias y tradiciones ancestrales con elementos étnicos que transmiten la alegría de vivir con valores como nuestro propio patrimonio.
Hemos podido representar en todo Ecuador, con producciones artísticas, festivales, fiestas populares como parte del Pueblo Kitu Kara; así como parte de organizaciones de pueblos y nacionalidades como FENOCIN, destacándonos en la cultura y desde las dirigencias, impulsando y ampliando procesos de vinculación con diversos colectivos y organizaciones de base comunitaria con el Frente Cultura Calderón desde 2018 (Red Calderón Cultura Viva) que vamos integrando a 15 colectivos y comunas de Calderón, además de otras parroquias como Carcelén, Santa María, Tumbaco. Somos nodo y miembros activos de la Red Cultura Viva Comunitaria Ecuador desde 2020.
IV Encuentro de Comunicación Comunitaria
Proyecto Edu-Comunicacional: Documental: «Calderón Vive»
El proyecto titulado “Calderón Vive: Tradiciones que Trascienden” fue ejecutado por la Corporación Cultural Inti Pak Churi, representada por Wilson González, en articulación con la Comunidad La Capilla, dentro de la parroquia de Calderón, al norte del Distrito Metropolitano de Quito. Este producto educomunicacional tuvo como propósito rescatar, preservar y visibilizar las prácticas culturales emblemáticas del territorio, en especial aquellas en riesgo de desaparecer ante los procesos de urbanización acelerada y desconexión intergeneracional. El resultado fue un microdocumental centrado en las costumbres y saberes tradicionales de la Comuna La Capilla, que se convirtió en una herramienta de comunicación para fomentar el orgullo cultural entre las juventudes y la comunidad en general.
El proceso se inició con una fase de investigación histórica y cultural orientada a identificar los elementos patrimoniales más representativos de la parroquia. Esta etapa incluyó la recopilación de relatos orales, el contacto con líderes comunitarios, y la definición de locaciones significativas dentro de La Capilla y el centro de Calderón. Posteriormente, entre el 14 y el 21 de febrero de 2025, se desarrolló la grabación del material audiovisual, la cual incluyó entrevistas a referentes culturales, artesanos del masapán, ancianos sabedores de leyendas locales y habitantes hablantes del kichwa. Las grabaciones también documentaron paisajes rurales y escenas cotidianas que reflejan la riqueza cultural de Calderón.
La postproducción, que se realizó entre el 22 de febrero y el 5 de marzo de 2025, incluyó la selección, edición y montaje del material, así como la incorporación de narrativas visuales y recursos sonoros. Durante esta fase, se consolidó un discurso visual que articuló los testimonios con imágenes evocadoras del territorio, generando una pieza audiovisual emotiva y pedagógica. El microdocumental fue trabajado de manera colaborativa con el apoyo de organizaciones aliadas como Uma Comunicación, Neuronas al Aire y la propia Comuna La Capilla.
Desde su concepción hasta su ejecución, el proyecto tuvo un enfoque claramente educomunicacional. En el plano educativo, se propuso como un medio para salvaguardar el conocimiento ancestral y fortalecer el sentido de pertenencia entre las nuevas generaciones. En el ámbito comunicativo, empleó recursos audiovisuales para visibilizar las voces de la comunidad, posicionando su identidad en el imaginario colectivo local. El uso de lenguajes accesibles, la participación directa de los protagonistas culturales y la difusión pública del contenido consolidaron al microdocumental como una herramienta de transformación social y pedagógica.
La socialización del producto final se llevó a cabo el 8 de marzo de 2025 a las 15h00, en la Casa Comunal de La Capilla, con la presencia de 25 asistentes. El evento incluyó la proyección del microdocumental y una ronda de comentarios que permitió reflexionar sobre la importancia de la identidad cultural. Durante el intercambio, varios asistentes destacaron el valor educativo del contenido y su pertinencia para las juventudes de la zona, quienes muchas veces no conocen el legado histórico de su propia comunidad.
Este proyecto no solo logró documentar valiosos elementos del patrimonio intangible de Calderón, sino que también abrió un espacio intergeneracional de diálogo y reconocimiento mutuo. La experiencia dejó sentadas las bases para futuras iniciativas similares que continúen visibilizando y protegiendo la riqueza cultural de esta parroquia en constante.